Palabras de espiritualidad

Dios nos creó para que nos necesitemos unos a otros

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

El hombre no puede sentirse realizado plenamente, si no es en comunión con Dios y con sus semejantes. San Juan Crisóstomo nos muestra que Dios nos creó “de tal forma que nos necesitemos unos a otros”.

El hombre es un eslabón que une el mundo material con el mundo espiritual. (...) El ser humano fue creado para la comunión, para compartir con los demás. Es por eso que no se siente realizado si no es relacionándose con alguien más. Si los problemas o los dolores son vividos usualmente en aislamiento o en soledad, las alegrías, para descubrir mejor su valor, deben ser vividas en comunión.

Si el hombre prefiere aislarse en sus penas y vivirlas de forma personal, en sus éxitos y realizaciones siente la necesidad de compartir con otros, para embellecer el universo de su existencia y enriquecer su vida. (...)

De acuerdo a San Juan Crisóstomo, la necesidad de tener amigos se deriva de una fundamental realidad: el hombre no puede sentirse realizado plenamente, si no es en comunión con Dios y con sus semejantes. Subrayando este carácter dialógico y colectivo del alma humana, San Juan Crisóstomo nos muestra que Dios nos creó “de tal forma que nos necesitemos unos a otros”. Por esa razón, una amistad es como una flor bella y fragante. “Y si las rosas y los lirios llenan todo el lugar con su perfume”, dice el Santo Padre, “así también los amigos, a donde vayan ofrecerán el don de su amor. Sería preferible que el hombre anduviera en lo oscuro, a que no tenga amigos, a que el frío le queme el cuerpo. Porque el don de la amistad nos enciende de tal forma, que si nos alejamos del amigo, tendemos incluso a soñarlo y lo vemos, le hablamos y tan sólo con mencionar su nombre nos llenamos de alegría”.

(Pr. prof. dr. Ioan C. Teșu, Familia contemporană – între ideal și criză, Editura Doxologia, 2011, p. 89)

 

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