¿Cómo debo comportarme, espiritualmente hablando, con los demás?

—Muéstrate lleno de generosidad y con amor, manteniendo en secreto tu propio trabajo espiritual. ¡Este es el misterio de nuestra vida! Como dice el Paterikón, “El beneficio de tu hermano es tu propio fruto”. Ayudádolo, apiadándote de él, consolando y amando a tu semejante, te salvas a ti mismo. Mi oración es darte de comer, darte de beber, ofrecerte descanso y algo de provecho. Porque mucho más elevado es el amor, en su esencia, que la oración. La oración es sólo una de las acciones virtuosas, pero el amor es el vínculo de la perfección. El amor comprende todas las buenas acciones y todas las virtudes.

(Traducido de: Ne vorbește Părintele Cleopa VI, Editura Episcopiei Romanului, p .124)