El amor, nuestro principal anhelo
Si ves a ese amigo a quien amas, o simplemente te acuerdas de él, sientes que tu corazón salta de alegría, tu rostro se ilumina y eres capaz de soportar todo sin lamentarte, porque su simple recuerdo te llena de felicidad.
Tan grande es la fuerza del amor, que, aunque no tengamos cerca a nuestros seres queridos, sentimos su presencia con nosotros día tras día. El corazón del que ama es capaz de dejar a un lado todo, con tal de unirse con aquel a quien ama.
Si ves a ese amigo a quien amas, o simplemente te acuerdas de él, sientes que tu corazón salta de alegría, tu rostro se ilumina y eres capaz de soportar todo sin lamentarte, porque su simple recuerdo te llena de felicidad.
¿Alguna vez has pensado cuánto crecerían tus fuerzas si tuvieras mil o dos mil amigos? Esto es algo maravilloso, porque de uno puedes pasar a tener mil. Si el amor es un bien tan grande, ¿por qué no buscamos obtenerlo? ¿Por qué no nos hacemos con algo tan poderoso?
(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Despre dragoste și prietenie, Editura Liberă, București, 2001, p. 7)