Palabras de espiritualidad

El ayuno como antesala de las fechas importantes

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Debemos confiar en la misericordia de Dios, que es incomparablemente más grande que cualquier pecado, haciéndolo parecer una partícula de polvo en medio de la inmensidad del mar.

El año litúrgico está estructurado de tal forma que las fiestas más grandes son precedidas por el ayuno. El ayuno presupone, así, una preparación para esas fechas importantes: contrición, purificación, unión con Dios en el Sacramento de la Comunión.

En el Evangelio se nos habla del misterio de la Encarnación del Señor. Los mismos ángeles se maravillan por el hecho de que el Señor se haya encarnado, haciéndose un hombre entero, sin pecado, para enseñarnos el camino a la salvación. Algunos, viendo a Cristo y acordándose de sus pecados, caen en la desesperanza. No es correcto. Debemos confiar en la misericordia de Dios, que es incomparablemente más grande que cualquier pecado, haciéndolo parecer una partícula de polvo en medio de la inmensidad del mar.

(Traducido de: Părintele Valentin Mordasov, duhovnicul de la Pskov, Învăţături şi întâmplări minunate, Editura Sophia, Bucureşti, 2011)