El ayuno de los niños
El sentido del ayuno es la abstención voluntaria de ciertos alimentos, limitándonos a comer sólo lo estrictamente necesario.
Los padres deben tener la suficiente sensatez cuando se trata de establecer la duración del ayuno de sus hijos. Por ejemplo, no es recomendable prohibirles comer algo dulce; además, es importante no descuidar la calidad de la alimentación en el hogar, durante esos períodos especiales (de ayuno). Desde luego, si hablamos de niños débiles o enfermizos, las restricciones no tienen por qué ser severas: se les puede permitir muchos más alimentos o, incluso, dispensarlos de ayunar.
Tampoco los niños más grandes deben ser forzados a respetar estrictamente toda la regla del ayuno, si esta no les agrada. De lo contrario, el ayuno no les será de ningún provecho espiritual, provocando solamente oposición. El Señor dijo: “misericordia quiero, que no sacrificio” (Mateo 9, 13).
El sentido del ayuno es la abstención voluntaria de ciertos alimentos, limitándonos a comer sólo lo estrictamente necesario. Para que la práctica del ayuno no les resulte demasiado dura, los niños deben aprenderlo, gradualmente, desde pequeños.
(Traducido de: Nikolaj Evgrafovich Pestov, Cum să ne creștem copiii: calea spre desăvârșita bucurie, traducere din limba rusă de Lucia Ciornea, Editura Sophia, București, 2005, p. 60)