El Ayuno Mayor (o Gran Cuaresma) no es sólo el más largo y más importante, sino también el más severo de los cuatro períodos largos de ayuno de la Iglesia Ortodoxa. Este año, el período de ayuno que precede a la Santa Pascua va desde el lunes 11 de marzo, hasta el sábado 27 de abril, inclusive.

En los primeros tres siglos cristianos, la duración y la forma de ayunar no eran uniformes en todo el espacio ortodoxo, de tal suerte que algunos ayunaban un solo día (el Viernes Santo), otros lo hacían dos días, el viernes y el sábado anteriores a la Pascua, también había quienes ayunaban tres días, otros durante una semana, y había también quien ayunaba durante muchos más días, hasta seis semanas antes de la Pascua. Debido a que nos recuerda el ayuno de 40 días que nuestro Señor practicó antes de empezar Su labor, al Ayuno Mayor se le llama también “Cuaresma” (del latín quadragesima) entendida como un período de cuarenta días (Τεσσαρακοστή), tal como aparece por primera vez en el V canon del I Concilio Ecuménico.

De acuerdo con las resoluciones de aquel sínodo, el ayuno de 40 días termina el viernes antes del Sábado de Lázaro. El Sábado de Lázaro y el Domingo de Ramos (o de Palmas) son considerados festividades especiales. Por su parte, la última semana, la de la Pasión del Señor, tiene un régimen mucho más duro de ayuno. Así, tenemos que, sumados a los 40 días de abstinencia, hay otros 8 que le atribuimos también al Ayuno Mayor, pero que tienen prácticas litúrgicas y disposiciones diferentes en su typikon.

El padre Ene Braniște afirma que, antiguamente, el Ayuno Mayor era mucho más estricto que la forma conocida en la actualidad. Todos los días eran de abstinencia severa de comida y bebida hasta la Hora Novena (hacia el ocaso), a excepción de los sábados y domigos, que estaban exentos del ayuno.

La Iglesia nunca ha recomendado los extremos. Por eso, dos días de este período de ayuno son señalados en el calendario como unos en los que está permitido consumir aceite, vino y pescado: la Anunciación (25 de marzo) y la Entrada del Señor en Jerusalén o Domingo de Ramos (21 de abril).

Durante todo el Ayuno Mayor no se celebran bodas ni onomásticas, porque generalmente implican jolgorio y convites, que no se ajustan a la atmósfera de recogimiento, humildad, sobriedad y contrición, específica de los períodos de ayuno. Tiempo atrás, hasta las leyes del Estado bizantino aseguraban el respeto debido a la Cuaresma, prohibiendo las fiestas, los juegos y los espectáculos en ese lapso.

El Ayuno Mayor también fue dispuesto por la Iglesia para la preparación de los catecúmenos que habían de ser bautizados en la Pascua, como un medio de preparación espiritual, para entrar con dignidad a los días en que recordamos la Pasión y Resurrección del Señor.