El camino a la salvación no es el del confort sino el del esfuerzo
Debemos esforzarnos constantemente, examinándonos con minuciosidad para apartar cualquier atisbo de complacencia, para que el trabajo y la devoción se conviertan en un hábito para nosotros.
¿Cómo tenemos que vivir para poder salvarnos?
Cada acción nuestra, basada en la buena fe y en el amor cristiano —como la lectura de libros santos, los pensamientos y las conversaciones edificantes, la santa obediencia, la paciencia en las tentaciones y las tribulaciones, y el perdón a quienes nos ofenden— tiene el sello de la oración y emana un aroma agradable ante Dios. Con todo, debemos esforzarnos constantemente, examinándonos con minuciosidad para apartar cualquier atisbo de complacencia, para que el trabajo y la devoción se conviertan en un hábito para nosotros.
(Traducido de: 1000 de întrebări și răspunsuri despre viața duhovnicească - alcătuite pe baza operelor Sfinților Părinți și ale nevoitorilor bunei credințe, Editura Cartea Ortodoxă, pg. 3-4)