El día de su conmemoración, los Santos reparten dones a quienes recurren a Ellos
Leer la vida del Santo del día y, en general, la lectura del Sinaxario (santoral) es de gran ayuda, porque enciende el alma e invita a imitar a los Santos. Con esto, la persona deja de prestar atención a toda nimiedad y crece espiritualmente. La Vida de los Santos nos ayuda a adquirir coraje para el alma, incluso si tuviéramos que llegar al mismo martirio.
—Padre, he leído en algún lado que los Santos, el día de su festividad, reparten dones a quienes invocan su ayuda. ¿Es cierto?
—Sí, digamos que reparten bizcochos espirituales. Si endulzamos a los Santos con nuestra vida, también ellos nos convidan a sus pastelitos espirituales.
—¿Cómo hago para llegar a amar a determinado Santo?
—¿A qué Santo quieres amar?
—A los Santos Padres Joaquín y Ana.
—Pídele a los Santos Joaquín y Ana que me ayuden a mí, y yo voy a orar para que los puedas amar. Si está a tu alcance, lee cada día la hagiografía del Santo que es celebrado, para que llegues a hacerte amigo de todos ellos.
Leer la vida del Santo del día y, en general, la lectura constante del Sinaxario (santoral) es de gran ayuda, porque enciende el alma y le invita a imitar a los Santos. Con esto, la persona deja de prestar atención a toda nimiedad y crece espiritualmente. La Vida de los Santos nos ayuda a adquirir coraje para el alma, incluso si tuviéramos que llegar al mismo martirio.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte Duhovnicești 6 - Despre rugăciune, Editura Evanghelismos, București - 2013, pp. 93-94)