Palabras de espiritualidad

El don de Dios que une a los cristianos cuando oran juntos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La liberación del Apóstol Pedro cuando estaba preso: “la Iglesia oraba sin cesar por él a Dios (Hechos 12, 5). Esta oración comunitria lo libró del encarcelamiento.

Cuando todos escuchan, en el mismo momento, en el mismo lugar, el Salterio y todas las demás lecturas, se unen con la Gracia de Dios, porque lo que pronuncia el lector es escuchado y compartido por todos. El poder de muchos se multiplica, como si estuvieran viendo algo bello y todos experimentaran el mismo sentimiento de devoción. Ellos, la mirada de cada uno, encontrándose en ese “algo” bello, los une. Por ejemplo, la liberación del Apóstol Pedro cuando estaba preso: “la Iglesia oraba sin cesar por él a Dios (Hechos 12, 5). Esta oración comunitria lo libró del encarcelamiento.

El amor, la entrega a Dios, el celo, la unión con Dios y la unidad de la Iglesia conforman el Paraíso aquí en la tierra. Si obtenemos la Gracia Divina, todo lo demás deviene en algo fácil de alcanzar, todo se hace feliz, porque tiene la bendición de Dios. Dime ¿qué otra religión puede hacer al hombre pleno y feliz? ¡Qué triste es que no entendamos semejante grandeza!

(Traducido de: Ne vorbeşte părintele Porfirie – Viaţa şi cuvintele, traducere din limba greacă de Ieromonah Evloghie Munteanu, Editura Egumeniţa, 2003, pp. 222-223)