El egoísmo que nos caracteriza a todos
Queremos que nos presten atención y que nuestros derechos sean respetados, así como nuestros deseos y caprichos, pero no somos capaces de acordar un poco de cuidado e interés a las necesidades, anhelos y requerimientos de los demás.
Queremos ser perdonados, pero no estamos dispuestos a perdonar. Queremos que nos presten atención y que nuestros derechos sean respetados, así como nuestros deseos y caprichos, pero no somos capaces de acordar un poco de cuidado e interés a las necesidades, anhelos y requerimientos de los demás. ¿Y qué son los demás para nosotros? Son como un lejano fantasma, un espectro perdido entre la niebla.
De hecho, nos parece que los demás tienen muchas y distintas obligaciones para con nosotros, y que nosotros no tenemos ninguna hacia ellos. Todo debe ser para nosotros, todo lo que hacemos es bueno y justificado, solamente nosotros tenemos siempre la razón. ¡Y ay de nosotros si se nos ocurre pensar que podríamos estar equivocados en algo, o que podríamos haber insultado u ofendido a alguien!
(Traducido de: Nicolae Steinhardt, Dăruind vei dobândi, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2006, p. 167)