El encuentro con Dios
En la vida de millones de personas, no solamente en la antigüedad, sino también actualmente, esa misma clase de encuentros tiene lugar: algunas veces, con la lectura de un pasaje del Evangelio...
En su camino a Damasco, persiguiendo a los cristianos, el Apóstol Pablo se encontró frente a frente con nuestro Señor Jesucristo. La luz de este encuentro fue tan poderosa, que Pablo se quedó ciego. Esa luz fue lo que le detuvo en su camino hacia la oscuridad... y Pablo empezó una vida nueva.
En la vida de millones de personas, no solamente en la antigüedad, sino también actualmente, esa misma clase de encuentros tiene lugar: algunas veces, con la lectura de un pasaje del Evangelio, o en un momento de ensimismamiento, o al atravesar alguna tristeza profunda, o al experimentar una alegría sin límites. O, simplemente, en un momento en el que Dios se le muestra a alguno de nosotros, dándole el impulso para empezar una nueva vida.
(Traducido de: Antonie Bloom, Mitropolitul Surojului, Despre întâlnirea cu Dumnezeu, Editura Cathisma, Bucureşti, 2007, p. 10)