El mejor amigo que podría existir
¡Saber que Alguien se sacrificó por ti, para salvarte de las tinieblas de la muerte, es una alegría llena de esperanza!
Nuestra vida terrenal estaría llena de oscuridad, si no tuviéramos fe en Dios, en Jesús, en Su Hijo que fue crucificado y resucitó por nuestra salvación. ¡Saber que Alguien se sacrificó por ti, para salvarte de las tinieblas de la muerte, es una alegría llena de esperanza!
Así es como trajinamos día tras día, respondiendo a los llamados que se nos envían, nosotros, quienes estamos de paso en esta vida, por la piedad del Señor. Nosotros, quienes tenemos un nombre, una casita, un trabajo, quienes sembramos un árbol, o criamos un hijo, y nos alegramos los ojos y el corazón con el amanecer, enfrentando todas nuestras preocupaciones con la confianza de tener un Amigo, el más grande que ha existido: Cristo Resucitado. Sobre nuestra cotidianeidad se enciende una luz llena de regocijo, una luz que no nos abandona jamás.
(Traducido de: PS Calinic Argatu, Episcop al Argeșului și Muscelului, Veșnicia de zi cu zi, Editura Curtea Veche, București, 2006, p. 16)