El Reino de los Cielos y el gozo de ver a Cristo
Todos los que reciban la misericordia de Dios serán dignos de ver a Cristo; y el Reino de los Cielos no es otra cosa que alegrarnos con Cristo el Salvador y ver Su rostro.
«Me escribes para contarme que, debido a tu enfermedad, y también por tu actual estado espiritual, lloras con demasiada frecuencia y le pides a Dios que no te prive, en la vida futura, de la posibilidad de ver el rostro de Cristo. Y me preguntas si no cabe la posibilidad de que este pensamiento sea fruto del orgullo. No. Solo que estás entendiendo mal las cosas, porque todos los que reciban la misericordia de Dios serán dignos de ver a Cristo; y el Reino de los Cielos no es otra cosa que alegrarnos con Cristo el Salvador y ver Su rostro.
Al contrario, quienes sean apartados de Cristo perderán el Reino de los Cielos y serán enviados al tormento eterno. San Juan Crisóstomo dice que ser apartado de Cristo es algo mucho más atroz que el infierno mismo y más doloroso que cualquier suplicio. El venerable Teognosto dice: “Si alguien no cree que algún día llegará allí donde está la Santísima Trinidad, que al menos intente no perder la visión de Cristo Resucitado”. Y San Juan Climaco agrega que quienes alcancen la pureza estarán con la Santísima Trinidad. Los que alcancen un nivel “medio” tendrán lugares diferentes. Los que reciban el perdón de sus pecados se harán dignos de estar en los jardines del Paraíso, y los últimos no tienen que privarse de la visión de Cristo».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 87)