El Sacramento del Amor sana el dolor
Allí donde el corazón del hombre se ha unido con Dios, allí está la Iglesia, porque en ese corazón está contenida toda la humanidad, ya que nadie puede unirse a Dios, si no es llevando consigo a la humanidad entera y al dolor de toda la humanidad.
Los actos de los hombres no pueden deshonrar a Dios y a Su Iglesia, porque Dios es el mismo siempre y el lazo de amor que nos ha dado va de corazón a corazón y no hacia la definición de una multitud.
Allí donde el corazón del hombre se ha unido con Dios, allí permanece la Iglesia, porque en ese corazón está contenida toda la humanidad y porque nadie puede unirse a Dios, si no es tomando consigo a la humanidad entera y al dolor de toda la humanidad. Porque esto es el amor y sólo en el amor nos unimos a Dios. Sólo en el amor damos existencia, porque nada de lo que se hace sin amor permanece. El misterio de la Iglesia es el misterio del amor y el misterio del amor es el misterio de la Iglesia. Y esto no es nada más que lo que es el hombre, que eso que el hombre debe ser.
(Traducido de: Ieromonah Savatie Baştovoi, Dragostea care ne sminteşte, Editura Marineasa, Timişoara, 2003, pp. 84-85)