«Sé lo complicado que puede ser ayunar en nuestros tiempos, sé que no siempre es posible encontrar alimentos “de ayuno”. ¿Qué puedo decirte? Lo importante no es solamente lo que entra en tu boca, sino, en primer lugar, tu disposición espiritual, tu actitud frente al ayuno, porque, si no tienes comida “de ayuno”, no te queda más salida que comer lo que encuentres. Dios no te castigará por eso. Pero, si desprecias el ayuno, si no tienes la intención y el deseo de ayunar, entonces sí serás castigado por Dios, porque Él aprecia no solamente nuestras buenas acciones, sino también nuestras buenas intenciones. Él mira en nuestro corazón y, si observa que estamos tristes por no poder ayunar, valora nuestro pesar como si fuera un verdadero ayuno».

(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, La porțile Postului Mare, Editura Biserica Ortodoxă, București, 2004, p. 45)