Palabras de espiritualidad

¡Elige siempre la virtud!

  • Foto: Bogdan Bulgariu

    Foto: Bogdan Bulgariu

Translation and adaptation:

No permitas que de tu boca salgan cosas impuras, porque tú mismo serás el primero en sentir su hedor; al contrario, ofrece a todos solo amor y bondad, para que tú seas el primero en apreciar su fragancia.

No ensucies tu alma con la maldad, más bien atavíala con las virtudes. No arrojes lodo a tu semejante, más bien téjele coronas con tus encomios. No permitas que de tu boca salgan cosas impuras, porque tú mismo serás el primero en sentir su hedor; al contrario, ofrece a todos solo amor y bondad, para que tú seas el primero en apreciar su fragancia. Nadie ama al envidioso, en tanto que, al hombre bueno, que solo sabe hablar bellamente de todo, todos lo aman como a un verdadero hermano.

Ya que antes te dije que el envidioso y el difamador se causan un gran daño a sí mismos, y no a quienes pretenden perjudicar, ahora te explicaré el sentido de mis palabras. Y te daré algún ejemplo.

¿Con qué perjudicó Caín a Abel, cuando lo mató por envidia? Sin querer, lo envió antes de tiempo al Reino de los Cielos. Y él recibió un severo castigo por su pecado.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele Vieții, traducere de Cristian Spătărelu și Daniela Filioreanu, Editura Egumenița, p. 236)