Empezar por uno mismo
Actualmente, a las personas les interesa cualquier cosa, menos enmendarse. ¿Por qué? Porque corregir el rumbo requiere esfuerzo, en tanto que ocuparse de lo que hacen los demás es mucho más sencillo.
Si quieres ayudar a la Iglesia, lo mejor es que empieces por enmendarte a ti mismo, en vez de corregir a los demás. Si te enmiendas a ti mismo, una pequeña parte de la Iglesia lo hará también. Si esto lo hicieran todos los cristianos, ninguna anomalía cabría en la Iglesia. Sin embargo, actualmente a las personas les interesa cualquier cosa, menos enmendarse. ¿Por qué? Porque corregir el rumbo requiere esfuerzo, en tanto que ocuparse de lo que hacen los demás es mucho más sencillo.
Si nos ocupamos en enmendarnos a nosotros mismos y nos concentramos más en el trabajo interior que en el trabajo exterior, dándole prioridad al auxilio divino, nuestra ayuda será más grande y más eficaz. Aún más, adquiriremos también una gran paz interior, que ayudará silenciosamente a las almas que encontremos, porque el estado espiritual interior evidencia la virtud del alma y transforma a los demás.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Trezire duhovnicească, vol. II, Editura Evanghelismos, București, 2003, p.76)