¿En dónde está mi papá? ¿En dónde está mi mamá?
Lo mismo hace Dios con nosotros, y es muy triste que no siempre seamos conscientes de ello, tal como el niño no es consciente de todas las alegrías que le causan papá o mamá.
Además de las estaciones, también tenemos temporadas, y los días y las noches...
Cada uno de ellos tiene su belleza. En verdad, nos movemos como si estuviéramos hojeando un libro y encontramos solamente alegrías. Exactamente como lo haría un padre, mostrándole a su pequeño hijo distintas formas para distraerlo y contentarlo. Lo mismo hace Dios con nosotros, y es muy triste que no siempre seamos conscientes de ello, tal como el niño no es consciente de todas las alegrías que le causan papá o mamá. Él simplemente cree que así es como deben ser las cosas.
Sólo cuando ya no tiene quién le alegre, sólo entonces empieza a llorar: “¿En dónde está mamá?”, “¿En dónde está papá?”. Sólo cuando sus padres se han alejado un poco de él.
(Traducido de: Arhiepiscopul Iustinian Chira, Convorbiri în amurg, Editura Dacia, Cluj-Napoca, 2006, p. 24)