En donde hay sinceridad, allí está la gracia de Dios
Si eres sincero, Dios te hablará por medio de esa persona de la que esperas recibir Su palabra.
Un sacerdote decía que sería feliz si tuviera una casa de vidrio, para que toda la gente pudiera ver lo que hacía. Palabras osadas, pero hermosas. Sí, poder presentarte en cualquier lugar y en cualquier momento siendo lo que eres, con tu interior y tu exterior, porque la vida exterior es una proyección de lo que hay adentro. Así que si tienes una buena base espiritual, puedes proyectar afuera lo excepcional que tienes dentro de tí.
Donde hay sinceridad, allí está la gracia de Dios. Si eres sincero, Dios te hablará por medio de esa persona de la que esperas recibir Su palabra.
Cristo Señor necesita un corazón puro para revelársenos, en la medida en que podemos entender lo que es nuestro Salvador. Por eso, lo primero que debemos hacer es perseverar en mantener la pureza de corazón.
(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniţi de luaţi bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 47-48)