En el Bautizo recibimos un ángel protector
Este ser racional, espiritual y libre, nos fue dado por Dios al ser bautizados, para que nos ayude a andar la senda redentora
De acuerdo a la doctrina de nuestra Iglesia Ortodoxa, con el divino Bautismo recibimos un ángel que habrá de ayudarnos en nuestro camino a la salvación, en toda esta vida terrenal.
El ángel custodio tiene un vínculo directo con nuestra alma, siendo el mediador de nuestro encuentro personal con Dios. Él es el testigo silencioso de lo que hacemos y pensamos, dirigiéndonos al bien y librándonos de todo mal.
Este ser racional, espiritual y libre, nos fue dado por Dios al ser bautizados, para que nos ayude a andar la senda redentora. Tal es la razón por la cual el sacerdote, en la ceremonia del Bautizo, dice: “Acompaña su vida con un ángel de luz que lo libre de los ataques del malvado, del acecho del astuto, del demonio del atardecer y de apariciones malignas”.
La misión del ángel guardián presupone también un llamado a la persona humana, para que tienda a buscar a Dios, así como nos lo enseña San Basilio el Grande: “Cada creyente tiene un ángel como protector y pastor, para que lo guíe en esta vida”. Sin la protección permanente de su ángel guardián, el hombre queda vulnerable ante toda clase de demonios. San Juan Crisóstomo presenta los ángeles como modelos a seguir.
Los paganos y los herejes no reciben ángeles guardianes, por parte de Dios, porque no han sido bautizados en el nombre de Cristo y no creen en los ángeles.
Debemos ser conscientes de la ayuda que nos presta nuestro ángel guardián, que está siempre a nuestro lado. Hagamos la voluntad de Dios, de acuerdo al sano consejo de nuestro ángel. En la regla de oraciones del cristiano encontramos también el “Canon de oraciones al Ángel Guardián”, con el cual le pedimos que nos cuide y nos conduzca en el camino de Dios.