Cuando en una familia hay uno o dos hijos, los padres deben estar siempre atentos a la forma en que los educan. Usualmente, los padres buscan que a sus hijos no les falte nada, pero éstos, teniéndolo todo, se vuelven completamente inútiles. Pongamos de ejemplo a una chica, hija única y que lo tiene todo. Tiene incluso una sirvienta, que le prepara la mesa puntualmente, le ordena la habitación, etc. La sirvienta es pagada por su trabajo, pero también crece espiritualemente, porque se da a sí misma, se sacrifica; la chica, por su parte, si no hace el mínimo sacrificio, empezará a atrofiarse. Por todo esto, yo le recomiendo a los jóvenes que se casen con chicas que provengan de familias con muchos hijos, porque los niños que crecen entre carencias materiales se acostumbran a sacrificarse y, así, piensan constantemente cómo ayudar a sus padres. Tristemente, esto es algo que raras veces se encuentra en hijos criados en la comodidad.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie,Traducere din limba greacă de Ieroschim. Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 76-77)