Encontrándole sentido al sufrimiento
El que sabe y entiende cómo soportar el sufrimiento, deja de sentirlo. El sufrimiento es una realidad, es un problema y también es un misterio.
San Marcos el Asceta nos enseña cómo estar atentos durante el sufrimiento, porque lo importante no es saber por qué vino, sino cómo soportarlo.
Esto me recuerda al doctor Suciu Sibianul, que Dios lo tenga en Su gloria, quien trabajó mucho para la agrupación “Oastea Domnului” (“Armada del Señor”). Él decía que “Hay especialmente dos cosas que no puedes hacer sin tener fe en Dios: criar buenos hijos y soportar un sufrimiento duro”. Y es que, efectivamente, ninguno de esos dos aspectos pueden alcanzarse sin creer en Dios.
Un sacerdote de nuestro monasterio, el Padre Arsenie Boca, solía decir: “Si de todas formas debemos sufrir, no lo hagamos en vano”. Para poder utilizar el sufrimiento para su propio bien, el hombre debe creer que el sufrir tiene un sentido, una razón, aunque de momento no lo entienda completamente. De hecho, el que sabe y entiende cómo soportar el sufrimiento, deja de sentirlo. El sufrimiento es una realidad, es un problema y también es un misterio.
(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniţi de luaţi bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, p. 160)