En algunas regiones de Rumanía, las personas suelen instalar una o dos cruces en el techo de la casa que recién se ha construido. Eso sí, son cruces de un tamaño normal, discreto. Ciertamente, es conveniente y también muy hermoso que la casa que va a ser habitada por una familia cristiana sea “coronada” con una cruz en su techo. Pero, insistimos, debe tratarse de una cruz normal, de proporciones regulares, sencilla.

Muy probablemente, esta costumbre tiene su inspiración en la cruz que hay en la cúpula de cada iglesia. La casa del cristiano es también un lugar de oración, en el cual se hacen postraciones y se trata de llevar una vida lo más piadosa posible. La Señal de la Santa Cruz es algo muy apreciado por los cristianos ortodoxos, por eso es que algunos deciden colocar una cruz en la parte más importante de su hogar. Asimismo, la tradición local nos demuestra que muchos de los objetos de uso diario del cristiano suelen tener una cruz grabada en ellos.

Y es que, para los cristianos, la Santa Cruz es el símbolo de la victoria sobre el mal. Es, además, una protección en contra de todo mal. “Como arma en contra del maligno, Tu cruz nos concediste…”, cantamos cuando oficiamos el Sacramento de la Santa Unción.

(Traducido de: Părintele Constantin Coman, Ghidul practic al creștinului ortodox, Editura Bizantină, București, 1997, p. 12)