El medio principal para propiciar el sano desarrollo de la vida en común y tratar los problemas que aparezcan en el camino, es ahondar en nuestra vida espiritual. Y esto consiste en amar y seguir a Cristo, a Su Santa Iglesia y a la Santa Escritura que da testimonio de Él.

¿Cómo pueden profundizar en su vida espiritual los casados? En general, esto se consigue participando atentamente en todos los aspectos de la vida de la Iglesia, incluyendo la asistencia a los oficios litúrgicos y la participación en los Sacramentos de la Confesión y la Comunión, la lectura frecuente de las Sagradas Escrituras y el ayuno de acuerdo a las directrices de la Iglesia.

Asimismo, hay otras vías de progreso espiritual en el matrimonio: la oración, la hospitalidad, la caridad, la ayuda mutua y el buen ejemplo, la lectura de libros de formación espiritual y las vidas de los santos.

 (Traducido de: David şi Mary Ford, Căsătoria ‒ cale spre sfinţenie, Editura Sophia, Bucureşti, 2007, p. 47)