¿Estás seguro que quieres tener un corazón contento?
Si pudiera convencerte de que la tristeza, junto a esa depresión que tienes y tu pesimismo, son elecciones tuyas... ¿Sabes que podrías llegar a dejar de pedir ayuda a los demás?
Desde el punto de vista social, reír con el corazón no es rentable.
Es más cómodo, más “políticamente correcto”, vivir deprimidos, que felices. Aparentemente, pudiera parecer lo contrario, pero, si eres infeliz y si te mantienes triste, siempre encontrarás a alguien que te cuide, alguien que te demuestre afecto, cariño, agradecimiento.
Estoy tercamente convencido de que todo está en nosotros, de que lo que buscamos en los otros deberíamos buscarlo antes en nosotros mismos. Pero es mucho más fácil pensar que la vida ha sido injusta con nosotros, que creer que nuestra infelicidad proviene de nuestra propia elección. Por otra parte, el infelíz, el deprimido, gusta de permanecer dentro de su propio sufrimiento. Cree que es mejor estar deprimido, que hacerse responsable de su propia persona. Si pudiera convencerte de que la tristeza, junto a esa depresión que tienes, y tu pesimismo. son elecciones tuyas... ¿Sabes que podrías llegar a dejar de pedir ayuda a los demás?
Sin embargo, sabes bien que mostrándote deprimido y triste recibirás ayuda y afecto, mismos que de otra manera no recibirías con tanta facilidad.
En un mundo tan superficial e irresponsable, ¿quién te podría hacer responsable de tu propia tristeza? Nadie. Este mundo se burla, persigue, no reconoce a quien admite la responsabilidad de su propia infelicidad, pero estima al que se muestra con un aspecto triste y sufriente, casi enfermo, como si atravesara un profundo dolor, ese que él mismo eligió.
(Traducido de: Valerio Albisetti, Să râdem cu inima – o metodă simplă pentru a trăi mai senin, Editura Pauline, pp. 31-32)