Guías para el camino a la salvación
La semilla no crece sin agua y tierra; el hombre, por su parte, no puede salvarse si le falta la ascesis.
No seas vanidoso y no ames a los opulentos, pero tampoco los odies; simplemente, no busques tener asuntos con ellos, sobre todo con esos que son despiadados, los que buscan obtener ganancias a toda costa y los avaros.
Sometamos este cuerpo nuestro terrenal, dediquémonos con todo a Dios y hagámonos ofrendas vivas para Él.
Tal como el fuego no puede subsistir en el agua, tampoco un pensamiento impuro puede pervivir en un corazón justo, porque todo aquel que ama a Dios, a la justicia y al esfuerzo en la virtud entra en comunión con Él, y el demonio no tiene cómo entrar en su interior.
La semilla no crece sin agua y tierra; el hombre, por su parte, no puede salvarse si le falta la ascesis.
Tal como la lluvia no puede caer si no hay nubes, tampoco el hombre puede hacerse agradable a Dios y salvarse, si no tiene una conciencia pura y no practica las virtudes.
(Sfântul Teofan Zăvorâtul, Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 150-151)