¡Hagámonos ricos en las virtudes!
“Pobre de espíritu es aquel que es pobre de maldad y de los pecados de este mundo”
Si nos encontráramos con Cristo en la calle y le preguntáramos, a la usanza de los reporteros que recorren cada rincón de la capital buscando noticias, «¿Qué significan aquellas palabras, “Bienaventurados los pobres de espíritu”?», ¿qué nos respondería Él? Sin duda, las respuestas serían distintas, según la capacidad de comprensión de cada individuo.
Ciertamente, Cristo diría: “Pobre de espíritu es aquel que es pobre de maldad y de los pecados de este mundo”. ¡Pobre de todos los pecados que suelen anegar nuestro ser humano!
¡Si alcanzáramos la altura de otra Bienaventurnza, la sexta, que dice: “Bienaventurados los puros de corazón, porque verán a Dios”, encontraríamos rápidamente el discernimiento y la comprensión de los pobres de espíritu! ¡Oremos a Dios para que nos ayude a entender Su Palabra!
(Traducido de: Înaltpreasfințitul Calinic Argatu, Traista cu stele, Editura Episcopiei Argeșului și Muscelului, Curtea de Argeș, 2005, pp. 14-15)