Hay que vivir la oración, no hacerla mecánicamente
¿A quién le sirve leer el Salterio de esa manera? Lo importante es cómo te dedicas, con qué estado practicas la lectura de los Salmos, cómo dialogas con Dios.
Hay personas que vienen a buscarme, y me cuentan que leen el Salterio varios días a la semana, de manera que, en cuatro horas, a lo sumo, ya lo han leído todo. ¿A quién le sirve leer el Salterio de esa manera? Lo importante es cómo te dedicas, con qué estado practicas la lectura de los Salmos, cómo dialogas con Dios.
Personalmente, tengo dos salmos favoritos: el 22 y el 102. Y estoy convencido de que, si repitiera solamente esos dos, no tendría por qué temer perderme la salvación. Claro que también leo otros salmos, y me gusta mucho hacerlo, pero nunca he estado a favor de cosas como leer un número determinado de acatistos, de paráclesis, de salmos, etc. Para mí, lo importante es dedicarte y concentrarte en la oración.
(Traducido de. Părintele Teofil Părăian, Rugăciunea, pelerinaj către Cer, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 35)