Palabras de espiritualidad

La balanza emocional del matrimonio

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Pensemos en el caso de que ambos cónyuges tengan una personalidad muy sensible. Si ocurre algo grave en el hogar, los dos perderán la cabeza y empezarán: “¡Ay de mí, qué cosa tan terrible!”, dirá uno. Y el otro repetirá: “¡Sí, ay de nosotros, qué terrible!”. Es decir que cada uno empujará al otro a la desesperanza.

Las pequeñas diferencias de carácter en el matrimonio ayudan a crear una familia armoniosa, porque esta es la manera en que cada uno completa al otro. Un automóvil necesita del acelerador para poder avanzar, pero también del freno, para poder detenerse. Si el vehículo tuviera solamente el freno, no podría moverse, y si tuviera solamente el acelerador, no se podría detener.

¿Saben qué les dije a unos esposos? “¡Ya que son el uno para el otro, no encajan el uno con el otro!”. Pensemos en el caso de que ambos cónyuges tengan una personalidad muy sensible. Si ocurre algo grave en el hogar, los dos perderán la cabeza y empezarán: “¡Ay de mí, qué cosa tan terrible!”, dirá uno. Y el otro repetirá: “¡Sí, ay de nosotros, qué terrible!”. Es decir que cada uno empujará al otro a la desesperanza. Ninguno de ellos será de capaz de animar al otro, diciéndole: “¡Espera, que esto no es tan grave como parece!”. Todo esto lo he visto en muchísimas parejas.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie AghioritulViața de familie, traducere de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 40)