Palabras de espiritualidad

La caridad, amiga cercana de Dios

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Cuando seamos juzgados, ella estará presente, librándonos de la condena y cubriéndonos con sus alas; porque estos son los sacrificios que le agradan a Dios.

La caridad es una sabia destreza, útil para quienes la practican y amiga cercana de Dios. Y es que siempre la caridad está cerca de Él y con facilidad brinda dones a quien quiera, si no la reprimimos. Y la reprimimos también cuando la practicamos con bienes ajenos. Mas, cuando es pura, ¡cuánta fuerza tiene! Porque desata las cadenas de los que están atados, disipa la oscuridad, extingue el fuego, mata los gusanos, aleja el rechinar de los dientes y nos abre alegremente las puertas del Cielo. Porque es una verdadera soberana, asemejando a los hombres con Dios. Porque dice: “Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo” (Lucas 6, 36).

Y es ligera, teniendo alas de oro, con un vuelo que embellece a los ángeles, como dice el Profeta: “Alas de paloma cubiertas de plata, con sus plumas color de oro” (Salmos 67, 14). Porque, más hermoso que un palomo es una paloma con mirada mansa. Bello es también el pavorreal, pero al lado de la paloma no es nada. Ella es un ave hermosa y maravillosa, teniendo alas de oro, capaz de ver más alto que todas las demás (aves), una doncella de rostro blanco y dulce. Con sus alas es también ligera, presentándose siempre ante el trono real. Así, cuando seamos juzgados, ella estará presente, librándonos de la condena y cubriéndonos con sus alas; porque estos son los sacrificios que le agradan a Dios, a Quien se debe todo honor, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

(Traducido de: Proloagele, volumul 1, Editura Bunavestire, p. 240)