La crisis de la familia en el mundo de hoy
Quien no es capaz de sostener un matrimonio bendecido por Dios —y luego arruinado por el hombre—, es que en realidad no es capaz de más cosas.
¿Padre, de dónde proviene la actual crisis de la familia?
De la crisis de los elementos que conforman la familia. Cada uno se aferra a su propio estado, a su propia forma de pensar y somos incapaces de proceder de una forma distinta a lo que sabemos hacer. Hay muchas familias que se desintegran, hay muchos intentos de rehacer la familia o de rehacer tu propia situación familiar, en otra coyuntura... Pero, en general, nada de eso da resultados. Y es que si no eres bueno en determinado sitio, tampoco lo serás en otro. Y quien no es capaz de sostener un matrimonio bendecido por Dios —y luego arruinado por el hombre—, es que en realidad no es capaz de más cosas. En vano le pides a esta persona lo que no puede hacer. La impotencia humana es una realidad y esto debe considerarse desde el principio. Es imposible que termine bien lo que no ha empezado bien, porque la mayoría de personas que se casan lo hacen pensando sólo en la parte sexual de la unión, y también la mayoría llega al matrimonio teniendo un extenso historial íntimo. Y por eso, ya que se insiste tanto en sólo en este aspecto, y no en el aspecto espiritual, se llega muy rápido a la separación.
(Traducido de: Arhimandrit Teofil Părăian, Bucuriile credinței, Editura Mitropoliei Olteniei, Craiova, 2004, p. 234)