Palabras de espiritualidad

La Divina Providencia nos revela el cuidado que Dios nos prodiga

  • Foto: Doxologia

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Solo entonces nos damos cuenta de que Dios está con nosotros y nos guarda, cuando nos envía aflicciones y sufrimientos, con el propósito de instruirnos en la razón divina.

Es imposible que nuestra vida transcurra sin tentaciones y tribulaciones, y que todo el tiempo podamos estar felices, viviendo sin cuidado alguno. Solo entonces nos damos cuenta de que Dios está con nosotros y nos guarda, cuando nos envía aflicciones y sufrimientos, con el propósito de instruirnos en la razón divina. Sin aflicciones no podríamos hacernos humildes ni alcanzar ese conocimiento divino. Dicho esto, estemos convencidos de que, sin la aquiescencia de Dios, ninguna tribulación podría acercársenos, aunque a simple vista nos parezca que son los hombres quienes nos las causan. De hecho, nuestros semejantes son los instrumentos que Dios utiliza para obrar la salvación de cada uno de nosotros.

Si Dios le envía tribulaciones a alguien, es para purificarlo de sus pecados y prepararlo para el eterno Reino de los Cielos. Todo lo que hay en este mundo es pasajero, y todo lo que hay en la vida futura es eterno.

(Traducido de: Ne vorbesc Stareții de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, 2007, pp. 190-191)