Palabras de espiritualidad

La fe en Dios tiene un valor inconmensurable

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cuando tienes a Cristo en tu alma, no necesitas más las cosas de este mundo. Pero, atención, que esto lo digo desde un punto de vista espiritual; no estoy diciendo que ya no necesites vestirte, ni comer, etc.

San Marcos el Asceta dice: “Una fe firme es como un baluarte invencible, y Cristo se hace todo para aquel que cree”. Esta es una verdad inmutable, una verdad indiscutible. Cuando tienes a Cristo en tu alma, no necesitas más las cosas de este mundo. Pero, atención, que esto lo digo desde un punto de vista espiritual; no estoy diciendo que ya no necesites vestirte, ni comer, etc. La fe en Dios es un valor tan importante que, si el hombre no lo tiene, también él deja de tener valor.

Veamos un ejemplo. Es importante saber que no es una cosa banal que nuestra Iglesia disponga que, en el otoño, cuando se siembra el trigo, se lea la “Parábola del sembrador”, del Santo Evangelio. Desde luego que nuestro Señor Jesucristo no quería darnos una lección de agricultura. Él simplemente tomó el contexto de lo agrícola, para enseñarles a los hombres cosas que están más allá de este mundo, sobre otra clase de siembra. Y es que no existe solamente la siembra del trigo o de vegetales, sino que también hay una siembra espiritual, una siembra del alma. Yo, por ejemplo, en este momento estoy sembrando. ¿Cómo? Hablándoles. Estoy sembrando la Palabra de Dios en el corazón de cada uno de ustedes, y ustedes la reciben. Algunos la reciben como una tierra arcillosa; otros, como una tierra pedregosa; otros, como una tierra llena de espinas, y otros como una tierra que representa un corazón puro y bueno, con la inocente mente de un niño, con un corazón cándido y acogedor. Estos últimos deben tener la esperanza de que en ellos fructificará la Palabra de Dios, porque tienen oídos y escuchan.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniți de luați bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 43-44)