No se puede avanzar en la vida espiritual, si estás lejos de los actos de la fe.

La fe se multiplica a través de sus actos. Si el que cree practica el ayuno, entonces también el que tiene poca fe debería hacerlo, para profesar también un acto de fe, que precisamente vendrá a fortalecérsela. Si el que es creyente asiste a la iglesia, también el que tiene menos fe debe hacerlo, presentándose en ella.

Alguien me decía: “Padre, Usted siempre me dice que debo asistir a la iglesia, pero no se imagina cuántos pensamientos malos tengo cuando lo hago, cuánta suciedad hay en mi mente”. Sé que cada persona es diferente, pero sé también que si no vas a donde está la gracia de Dios, nunca la podrás recibir. Entonces, vé (a la iglesia) tal como eres, con todo y tus pensamientos sucios, bajos... porque sólo así conseguirás limpiar tu mente a tiempo de todo eso que no es correcto y que la ocupa actualmente.

(Traducido de: Arhimandrit Teofil Pârâian, Cuvinte către tineri, Editura Omniscop, Craiova, 1998, p. 35)