La fuerza del hombre temeroso de Dios
Es como un león que ruge para ahuyentar a perros y zorros, confiando plenamente en su Señor.
El hombre que cultiva el temor de Dios, aunque camine entre una multitud de malvados, no sentirá miedo.
En su interior vive el temor de Dios y lleva consigo la invicta arma de la fe, con la cuel puede alcanzar cualquier cosa, incluso aquellas que para muchos parecen difíciles o inaccesibles.
Es como un gigante en medio de una multitud de enanos, o como un león que ruge para ahuyentar a perros y zorros, confiando plenamente en su Señor.
Con la fuerza de su mente golpea a sus enemigos y aterroriza sus corazones, azotándolos con la palabra de sabiduría, que es para él como un báculo de hierro.
(Traducido de: Sfântul Simeon Noul Teolog, Cele 225 de capete teologice şi practice, traducere, introducere şi note de Pr. Prof. Dumitru Stăniloae, în „Filocalia”, vol. VI, Editura Institutului Biblic și de Misiune Ortodoxă, Bucureşti, 1977, p. 37)