Palabras de espiritualidad

La humildad destruye las artimañas del maligno

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Se requiere tener una profunda humildad, porque luchamos contra los espíritus del orgullo, que fácilmente someten a los soberbios, pero que no resisten ni siquiera una hora de combate frente a uno que es humilde.

Nos espera una suerte de servicio, no civil, sino de carácter militar-espiritual: “Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.” (Efesios 6, 12).

El Santo Apóstol Pablo le aconseja a Timoteo lo siguiente: “Soporta las dificultades como un buen soldado de Cristo Jesús.” (II Timoteo 2, 3). Luego, es necesario sufrir mucho. La guerra es cruel: no es el cuerpo quien lucha, sino el alma; no en contra de un enemigo visible, sino en contra de espíritus que no se ven. Además, se requiere tener una profunda humildad, porque estamos luchando contra los espíritus del orgullo, que fácilmente someten a los soberbios, pero que no resisten ni siquiera una hora de combate frente a uno que es humilde. La humildad destruye las redes y artimañas del maligno.

(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, volumul I, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 157)