La humildad es una ley para el cristiano
Cuando sientas que vas a empezar a juzgar a tu semejante, di: “¡Señor, haz que vea solamente mis propias faltas y que no condene a mi hermano!”.
Para el padre Nectario, el amor al prójimo y la contrición eran las virtudes más importantes en el camino espiritual.
«El ejemplo de Job es una ley para cada individuo. En tanto vive en la opulencia, la honra de los demás y la prosperidad, Dios no le responde. Cuando tiene el cuerpo lleno de pústulas y todos lo apartan, Dios se le acerca y le habla, y el hombre solamente escucha y solloza, mientras dice: “¡Ten piedad de mí, Señor!”. Solo que la medida de la humildad es diferente.
Es esencial dejar de juzgar a los demás. Cuando sientas que vas a empezar a juzgar a tu semejante, di: “¡Señor, haz que vea solamente mis propias faltas y que no condene a mi hermano!”».
(Traducido: Patericul de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 461)