Palabras de espiritualidad

La importancia de la educación religiosa para nuestros hijos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Desafortunadamente, en nuestros días se habla y se escribe mucho —y con demasiada ligereza— de temas religiosos, aunque no necesariamente sea de provecho.

En lo que respecta a la educación de tu hijo en la Ortodoxia, esfuérzate en formarlo correctamente, pidiéndole a Dios Su auxilio. Desafortunadamente, en nuestros días se habla y se escribe mucho —y con demasiada ligereza— de temas religiosos, aunque no necesariamente sea de provecho. En vez de ayudar, esto sólo provoca más dudas y confusión, favoreciendo el triunfo de la sensualidad. Por eso, las nuevas generaciones vienen cada vez más inclinadas al libertinaje y no a la continencia, anomalía que se manifiesta también en el “desenfreno” de la razón, de la cual hacen alarde, aunque se trate de una razón ensombrecida. 

De cualquier forma, no caigas en la desesperanza. Más bien, pídele a Dios que ampare a los jóvenes corazones de convertirse en “libre-pensadores”, aconsejándolos tú también, de acuerdo a su edad, sobre la Iglesia Ortodoxa y la importancia de la devoción; recuerda que aquello que sembramos en un corazón joven, crece y se fortalece en la edad adulta. Cuando asistas con tus hijos a la iglesia, puedes relatarles, de paso, el significado de cada parte del templo y a Quién está dedicado: al Altísimo Dios, Creador nuestro. Les puedes contar cómo Él conoce y puede ver no sólo todo lo que hacemos y decimos, sino también lo que pensamos. Las cosas buenas que hacemos nos las recompensa, pero por las malas nos castiga. ¿Con cuánta frecuencia debes asistir con ellos a la iglesia? Eso depende de su propia disposición, aunque hay veces en las que es necesario darles un “empujoncito”. Es importante que no falten a las fiestas más importantes establecidas por nuestra Iglesia.

(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Sfaturi pentru mireni, Editura Sophia, București, 2011, p. 21)