San Basilio el Grande dice que “sería preferible que el sol detuviera su viaje astral, a que el Salterio permanezca sin ser leído en los hogares cristianos. Y. tal como el sol es la más grande de las estrellas, también lo es el Salterio entre los libros inspirados por el Espíritu Santo”. Voy a utilizar una expresión muy sencilla. El Salterio es como un bizcocho grande y suculento. Cuando tienes hambre, cortas un trozo y te lo comes, y después vuelves a tus quehaceres. Más tarde, si tienes más hambre, puedes venir y leer una o dos catismas, etc.

(Traducido de: Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie. O sinteză a gândirii Părintelui Cleopa în 1670 de capete, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, pp. 229-230)