La insolencia del niño será también la del adulto
Muchos niños reciben consejos como “No respetes a nadie, para llegar a tener personalidad”, “Debes pasar sobre los demás, si quieres tener éxito”. ¿Cómo crecerán esos niños?
Padre, hay quienes dicen, cuando una curación milagrosa tiene lugar, que esto ocurrió simplemente porque la persona creyó que sucedería (“efecto placebo”).
—Detrás de una afirmación como esa, llena de egoísmo, se esconde el maligno. Estas personas enredan el “¿Crees?”, dicho por Cristo, con su propio “credo”. De aquí brota toda la demonización que hay actualmente en el mundo. Después te dicen: “No respetes ni a grandes ni a pequeños, si quieres ganar personalidad”. Y luego aparecen lemas como “Destrúyelos, pasa sobre ellos, para tener éxito”. El respeto es considerado algo anticuado... y el maligno triunfa. Incluso cuando el niño responde con desvergüenza al mandato de sus padres, la Gracia de Dios se aleja de él y le acecha el demonio. Imagínense, pues, lo que sucede con un adulto que hace de tal comportamiento su forma de vida.