Palabras de espiritualidad

La labor conjunta entre la humildad del hombre y la Gracia Divina

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Con la ayuda de la Gracia de Dios, alcanzaremos la oración libre de pensamientos y figuraciones, derramando algunas lágrimas de contrición y aferrándonos a la esperanza de la salvación.

¿Qué podemos hacer quienes somos incapaces de alcanzar la altura de la oración verdadera para salvarnos?

Esto dice el Espíritu Santo: “Por la Gracia sois salvos”. No son nuestras acciones, sino la piedad de Dios, sumada a nuestra humildad de corazón quienes nos salvan. Porque hasta los mismos santos necesitan la misericordia de Dios. Nosotros hacemos lo que podemos, pero es el don del Espíritu Santo el que realiza todo. ¿Qué hace un insecto en la tierra? Deambula de un lado para al otro. Observa por dónde puede avanzar, según sus fuerzas. Se sube a una hoja, cae al suelo; después, se sube nuevamente a la hoja, persiste hasta llegar más arriba, aferrándose al tronco del árbol, aleteando cuando hace falta. Lo importante es llegar alto. Así, midiendo sus fuerzas, alcanza una altura suficiente donde se siente a salvo. Lo mismo hacemos nosotros con nuestra humildad; con la ayuda de la Gracia de Dios, alcanzaremos la oración libre de pensamientos y figuraciones, derramando algunas lágrimas de contrición y aferrándonos a la esperanza de la salvación.

(Traducido de: Arhimandritul Ilie Cleopa, Ne vorbește Părintele Cleopa, ediția a II-a, volumul V, Editura Mănăstirea Sihăstria, Vânători-Neamț, 2004, p. 129)