Palabras de espiritualidad

La leche, la cabra y el maligno

  • Foto: Benedict Both

    Foto: Benedict Both

Translation and adaptation:

Al escuchar esto, la mujer se quedó atónita. Después, confesó su pecado y le pidió perdón al padre.

Se cuenta que una vez vino a visitar al piadoso Irodión, una mujer que traía un recipiente con leche de cabra. Sin embargo, el padre rehusó categóricamente recibir el obsequio, diciendo:

¡No quiero esa leche, porque no es de tu cabra!

—Que sí, padre, perdóneme... ¡Que es de mi cabra!

—¡No, no es leche de tu cabra!

—Padre, le digo que yo misma ordeñé a mi cabra para traerle esta vasija con leche...

—Esa cabra ya no es tuya. Ayer se la ofreciste al demonio. Por eso no puedo recibir esa leche, porque esa cabra ahora le pertenece al maligno, desde que tú se la diste.

Al escuchar esto, la mujer se quedó atónita. Después, confesó su pecado y le pidió perdón al padre. Luego de recibir la bendición del piadoso, volvió a su casa y nunca más volvió a maldecir.

(Traducido de: George Crasnean, Luceafărul de la Lainici, Editura Lumea Credinței, 2010, p 38)

 

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