Palabras de espiritualidad

La misión del cristiano

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Ser misionero también significa demostrar que se puede vivir una vida correcta, pura, en el espíritu del servicio a los demás.

Ser un cristiano misionero en este mundo significa ser testigo y predicador de Dios con argumentos extraídos de los resultados de la ciencia misma; es poner en evidencia la incapacidad de todos los sistemas filosóficos por los que ha pasado la humanidad para encontrar un sentido a la vida; es evidenciar la incapacidad del mundo y la modernidad para hacernos felices en verdad. Es demostrar las deficiencias del mundo, de manera que no puede constituir la única realidad. Pero también se trata del milagro de la coherencia que no tiene explicación sin un Creador consciente, racional, o mucho más allá de toda razón. Es demostrar que este mundo necesita tener un propósito, y que ese propósito no radica en sí mismo.

Pero ser misionero también significa demostrar que se puede vivir una vida correcta, pura, en el espíritu del servicio a los demás, sin egoísmo ni enemistades, en un mundo en el cual la desconfianza entre semejantes y la lucha de unos contra otros por cualquier idea pasajera no puede dar un sentido satisfactorio a la existencia.

(Traducido de: Arhimandritul Ioanchie Bălan, Ne vorbeşte Părintele Dumitru Stăniloae, Ed. Episcopiei Romanului, 1993, pp. 128-129)