La muerte es solamente una separación temporal
Si en verdad le amamos y queremos encontrarnos con él en la vida futura, debemos orar mucho por su alma.
Debemos entender que el hombre no muere en realidad. La muerte es solamente el paso de una vida a otra. Es un alejamiento por un corto período de tiempo. Cuando alguien parte al extranjero por uno o diez años, sus seres queridos se entristecen porque estarán lejos de él durante ese tiempo. Así es como debemos ver la separación de nuestros seres amados, por causa de la muerte. Cuando muera alguien, que sus parientes mayores digan: “Nos volveremos a encontrar con él en unos quince años”. Y los más jóvenes: “Nos encontraremos nuevamente en unos cincuenta años”. Es normal que a todos nos duela cuando muere algún familiar nuestro, pero esto es algo que debemos enfrentar espiritualmente. ¿Qué dice el Santo Apóstol Pablo? “No se entristezcan, como esos que no tienen esperanza”. Y reflexionemos: ¿cuántas veces al mes veíamos a ese pariente nuestro? ¿Una, dos veces? Pensemos que allí lo veremos siempre. Solamente si el difunto no tuvo una vida correcta está justificado sentir pesar por él; por ejemplo, si no era caritativo. Si en verdad le amamos y queremos encontrarnos con él en la vida futura, debemos orar mucho por su alma.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 292-293)