Palabras de espiritualidad

La necesidad de reconciliarnos con los demás

  • Foto: Valentina Birgaoanu

    Foto: Valentina Birgaoanu

Hay un sólo enemigo con el que nunca debes reconciliarte: el demonio.

Hay un sólo enemigo con el que nunca debes reconciliarte: el demonio. Nunca lo hagas. Al contrario, de tus semejantes nunca pienses con animadversión.

Si ha surgido alguna disputa con alguien, no dejes que el enojo se extienda por todo el día, porque el mismo Apóstol dice: “Que vuestro enfado cese antes de que se ponga el sol” (Efesios 4, 26). Si tu enemistad dura mucho más, no será ya consecuencia de un impulso, sino de la maldad interior, el fruto de un alma pecadora.

Mientras más la posterguemos, la reconciliación será cada vez más difícil de lograr: si dejas que pase un día, tu vergüenza será mayor que al principio. Y si dejas que pasen dos, tres o cuatro días, verás que luego pasan cinco, seis, diez, veinte, cien... y aquel mal quedará sin sanar. Y, mientras más tiempo pase, más te apartarás de tu semejante, más lejos estarás de él.

Sabiendo todo esto, apresúrate y corre a reconciliarte con tu hermano, y no vuelvas hasta que no lo consigas. Sé que es difícil. Pero, ¡hazlo pensando en Dios, y así obtendrás Su consuelo y una retribución grande!

Espabila tu alma indiferente y perezosa, (que está) llena de rubor por todo esto, y grita con ella: “¿Por qué te demoras? ¿Por qué no te mueves? ¡Se trata de tu felicidad! Dios nos pide que nos reconciliemos, y sabemos que debemos cumplir con Sus mandamientos antes que cualquier otra cosa”.

Puede que tu enemigo te ataque y te haga toda clase de maldades. Sopórtalo todo con paciencia, porque así tu provecho será mayor que el suyo. Además, no olvides que, de entre todas nuestras virtudes, la que más será ensalzada el Día del Juicio será la capacidad de reconciliarnos con nuestros semejantes.

Nosotros mismos atacamos al Señor cuando pecamos, pero en la reconciliación Él nos muestra el camino para alcanzar la armonía y el perdón.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Predici la duminici şi sărbători, Editura Bunavestire, Bacău)