La oración comunitaria de los ortodoxos
“Os aseguro que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre la tierra, cualquier cosa que pidan les será concedida por Mi Padre celestial. Porque donde hay dos o tres reunidos en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mateo 18, 19-20).
El culto ortodoxo se distingue por su carácter eclesiológico o comunitario. Promueve, en primer lugar, la oración con carácter social o colectivo, que tiene presentes nos solamente las necesidades personales de cada individuo en particular, sino también las necesidades religiosas de la Iglesia entera, de la conectividad o de la comunidad orante.
El culto ortodoxo es una oración de la comunidad de fieles, unidos en un solo pensamiento y en el espíritu de paz, del amor fraterno y de solidaridad o de comunidad de fe, que a todos los hace sentirse como uno solo en la misma oración, más allá de las diferencias de edad, cultura, situación social, nacionalidad, idioma u origen étnico.
En la iglesia oramos todos, por los necesidades de todos: “Oremos a Dios” ¸ “Padre nuestro que estás en los Cielos...”, “Digamos todos; con toda el alma y con todo nuestro pensamiento, digamos…”, etc. El carácter eclesiológico del culto ortodoxo está basado en la palabra del Señor, quien promueve la oración común de quienes creen en Él: “Os aseguro que, si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre la tierra, cualquier cosa que pidan les será concedida por Mi Padre celestial. Porque donde hay dos o tres reunidos en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mateo 18, 19-20).
(Traducido de: Pr. Prof. Univ. Dr. Ene Braniște, Liturgica Generală, vol. I, Editura Basilica, București, 2015, pp. 121-122)