Palabras de espiritualidad

La oración es la vida del alma

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Quienes perseveran en la oración suelen ser atacados por las tentaciones, pero Dios con Sus ángeles cuidan de ellos, fortaleciéndolos y coronándolos.

El que ora, vive. Quien no ora, muere. El hombre fue creado por Dios con dos elementos: un cuerpo material, visible, y otra parte, inmaterial e invisible, que es el alma.

Tal como el alimento del cuerpo es el pan, el agua y cualquier otra comida que, preparada con gusto, se sirve en el almuerzo y en la cena, sumado al aire puro que respiramos a cada instante, así también el alimento del alma es la palabra del Señor, las “divinas enseñanzas” que brotan abundantemente de las Divinas Escrituras y de la Santa Tradición, unidas estrechamente a la oración incesante, el pensamiento santo y la renovación de la vida según la volutnad de Dios.

Quienes perseveran en la oración suelen ser atacados por las tentaciones, pero Dios con Sus ángeles cuidan de ellos, fortaleciéndolos y coronándolos.

(Traducido de: Protosinghelul Nicodim Măndiță, Învățături despre rugăciune, Editura Agapis, București, 2008, p. 9)