La oración que no debe faltarnos jamás
La verdadera oración interior es ese calor que enciende, en el huerto del corazón, un fuego que quema las pasiones como si fueran cardos.
La verdadera oración interior es ese calor que enciende, en el huerto del corazón, un fuego que quema las pasiones como si fueran cardos. La oración llena de felicidad y paz al alma, y no viene ni de la diestra ni de la siniestra, ni siquiera de arriba, sino que brota del corazón como de un manantial silvestre del Espíritu que da vida.
A esta solamente debes amarla y afanarte en conservarla en tu corazón, cuidando tu mente de figuraciones y deseos. Con esta oración no le temes más a nada, porque Aquel que dijo: “¡Velad! ¡Yo estoy con vosotros, no teman!”, en verdad está con nosotros.
(Traducido de: Tito Colliander, Calea Asceţilor, traducător Preot Dan Bădulescu, Editura Scara, Bucureşti, 2002, p. 77)