La pura oración de los niños
¿Acaso hay alguien que no sepa que, cuando hay algún problema grande en casa, lo mejor es poner a los niños a orar? ¡Qué bien van las cosas en un hogar donde los niños oran!
¡Qué poderosa es la oración de los niños! ¡Mientras más niños oren, nuestro país tendrá un futuro prometedor! Pero, si sólo dos o tres oran y el resto de la población consiste sólo en un puñado de ancianos que ya no pueden ni moverse, ¡ay de nosotros!, porque desapareceremos como pueblo, ante Dios y hasta en los mapas. Pero, si engendramos hijos, por esos pequeñitos, que son tan puros como los ángeles, Dios atenderá nuestras oraciones. ¿Acaso hay alguien que no sepa que, cuando hay algún problema grande en casa, lo mejor es poner a los niños a orar? ¡Qué bien van las cosas en un hogar donde los niños oran! ¿Es posible que hayan tantos casos de madres con muchos hijos, padeciendo de alguna enfermedad terrible e incurable? Sinceramente, no lo creo. Puede que los haya, pero no son la regla. Los hijos que da a luz llenan de vida a la mamá, le dan salud y traen la Gracia del Espíritu Santo al hogar.
(Traducido de: Mi-e dor de Cer, Viața părintelui Ioanichie Bălan, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, p. 547)