Palabras de espiritualidad

La Señal de la Cruz, señal del cristiano verdadero

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Así, con su mano derecha y con los tres primeros dedos de ella, que cada cristiano confiese y proclame a la Santísima e indivisible Trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Los Santos Apóstoles legaron esta tradición no escrita a todos los cristianos ortodoxos: que, con los tres primeros dedos de la mano derecha, se marquen sobre sí mismos la imagen y la Señal de la Santa Cruz. Y que, haciendo esto, crean con el alma y con el corazón en la Santísima e indivisible Trinidad, proclamándola con sus labios para salvación.

Así, con su mano derecha y con los tres primeros dedos de ella, que cada cristiano confiese y proclame a la Santísima e indivisible Trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, el Único Dios en tres hipóstasis, marcándose con la Señal de la Santa Cruz y diciendo: “En el nombre del Padre,  del Hijo y del Espíritu Santo”; o “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo”; o “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros”; o “Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos, llenos están el cielo y la tierra de Tu gloria”; y que eleve otras alabanzas semejantes a la Santísima Trinidad.

(Traducido de: Sfântul Paisie de la Neamț, Cuvinte și scrisori duhovnicești, Editura Tipografia Centrală, Chișinău, 1998, p. 146)